Tras una intensa jornada laboral, familiar y, por supuesto, deportiva, hay que recargar energías con una buena alimentación y, sobre todo, descanso. Te mostramos los mejores trucos para que te recuperes volando.
- Date una ducha o un baño caliente hora y media antes de dormir, acabando con agua tibia. El agua, con el cambio de temperatura, actúa como relajante muscular de modo similar a lo que ocurre cuando haces ejercicio y paras a continuación.
- Evita las comilonas antes de irte a la cama, pero ten en cuenta que los hidratos de carbono ayudan a generar serotonina, una hormona que estimula el sueño. ¿Un truco para no hincharte a comer por las noches? Baja la intensidad de luz en casa, ya que esto le indica a tu cuerpo que hay que ponerse en "modo descanso" y que se ha acabado el momento propicio para comer.
- Entrenar a última hora del día hará que tu temperatura corporal aumente y a continuación disminuya, lo cual te hará descansar mejor, pero ten en cuenta que necesitas unas tres horas para que se dé esta disminución, así que no salgas a correr a las 11 si te quieres acostar a las 12.
- La rutina ayuda a tu cuerpo a crear patrones de comportamiento. Si cada día te vas a la cama a una hora diferente tu organismo no sabe cual es el momento de la desconexión. Acostúmbrate a ir dormir siempre a la misma hora.
- Todos sabemos que los estimulantes como la cafeína quitan el sueño. Ten en cuenta que su efecto puede ser muy duradero, hay gente a la que le afecta de noche un café tomado por la tarde, ya que de media suelen ser 6 horas las que tiene de influencia.
- Los viajes pueden alterar el patrón de sueño por la novedad de un emplazamiento diferente, que supone un estímulo. Para contrarrestarlo trata de hacer lo mismo que sueles hacer en tu casa: leer un libro, oír música o lo que tengas por costumbre antes de dormir.