miércoles, 27 de noviembre de 2013

I CARRERA POPULAR DE LIETOR




“qué gozada”, compañeros,  siento comunicaros,  que os habéis perdido la carrera más espectacular del circuito, sólo comparable a la vivida en Riopar, por su excepcional recorrido, este año, con nieve,  difícil de repetir.
A las 14,40 horas salí de Albacete,  y sobre las 15,30 llegamos a esta población de la Sierra.  Antes de salir, como era mi primera visita, me acordé de mi amigo Antonio, natural de la villa, y le llamé para si se quería venir, y claro está, aceptó.
Al  llegar al pueblo, como casi en todos, los hombres del chaleco naranja (los colaboradores), nos fueron  indicando el camino hasta  llegar al aparcamiento preparado para el evento,  en el patio del colegio. Aparcamos y  a través del entramado de  estrechas, empinadas y hasta escalonadas calles, que te trasladan a otras épocas pasadas de los siglos X-XIV, bajamos hasta la Plaza Mayor.  En el recorrido con mi amigo, nacido y criado en la villa, que os voy a contar, “!!hombre Antonio!!”-  “¿qué pasa Juan?”,  “Buenas tardes tío José”- “¿cómo estás Antonio?”,  “ ¿Qué dices Luis?- “!Hola primo!”, etc.etc., como en familia me sentí.  Al fin llegamos al Teatro-Auditorio, recogimos mi dorsal y la bolsa, aceptable, con camiseta,  pequeña botella de aceite de la tierra y, algo original, un paragüas. Como había tiempo, Antonio,  me dio,  el  primer recorrido turístico,  nos asomamos por dos terrazas con unas, magnificas vistas al  valle del cauce del rio Mundo, ¡que maravilla!. Cortamos la visita y nos fuimos a tomar el tradicional café en Casa Andres, pagó Antonio, claro.
Me puse el traje de faena, diez minutos de calentamiento y a las 16,30 horas, junto a la fuente “Pilar”,  pistoletazo de salida dado por la señora Alcaldesa. Primer tramo de un kilómetro,  callejeando por sus empedradas calles,   hasta salir hacia Elche de la Sierra, descenso de unos dos kilómetros por una carretera con unas 10-15 curvas, con tramos de 100 m. entre curva y curva, a lo largo de toda la ladera de la montaña, donde los que corremos a mitad de pelotón, miras para abajo y ves los primeros corredores, miras hacia arriba y ves la cola del grupo, ¡!QUE IMPRESIONANTE RECORRIDO VISUAL DE ADELANTE A TRAS, DE ATRÁS ADELANTE,  los más de 400 corredores a lo largo de los dos kilómetros zigzagueando como una serpiente multicolor.
 Llegamos al cauce del rio Mundo  y a lo  largo de un recorrido por caminos naturales protegidos, con espléndida vegetación , cañas de un verde claro, luminoso,  a ambos lados del camino,  con más de tres metros de altura, uniéndose, en algunos tramos en su parte superior, que te sientes como un héroe, (me recordó al general Custer, en la película  “murieron con las botas puestas” al salir de la iglesia, en su boda, con su nueva esposa del brazo, caminando bajo los sables, de sus soldados). Sólo se oyen,  el canto de los pájaros y el sonido del agua en su recorrido por el cauce, !qué remanso de paz!
 Cruzamos el rio Mundo, por tres veces, de lado a lado, en dos ocasiones por el puente de la presa  y otra por un puente de madera, a  ras de agua, con cuatro-cinco escalones para entrar e igual a la salida, de ancho para dos-tres corredores como máximo, así llegamos al km. 8, LA TRACA FINAL, las rampas  de retorno al pueblo, dicen las crónicas que es una parez, de hecho, los dos corredores que iban en cabeza, perdieron aquí la carrera, el bombero de Molinicos se los ventiló, para mi, “Valdeganga por tres”, yo con sinceridad, inicié la subida cautivado e hipnotizado, todavía,  por el espectáculo natural vivido a lo largo del recorrido y cuando desperté, ví delante de mí el km.10, ya había superado la parez, a sólo 300 metros de la llegada, que transcurre descendiendo por sus calles hasta meta, con gran ambiente de público, terminé más fresco que una lechuga. Me  dirigí al Auditorio, donde nos daban la merienda, rápidamente, me esperaba Antonio,  me tomé un chocolate con un trozo de bollo, exquisito,  me lié otros dos en unas servilletas y me los traje pa “La Parienta”. Nos dimos la segunda visita turística, la Ermita, Iglesia, posada, fuente, convento, etc. Insuperable. Nos echamos una cerveza en Casa Andrés, ya sabéis quien pagó.
Mi tiempo, lo de menos, lo mejor,  no  me acordé de mi maltrecha rodilla, ni de mirar el cronómetro en todo el recorrido;  57 minutos, que me duraron 57 segundos
Un último apunte para la organización y el Ayuntamiento, por si estiman oportuno valorar.
En noviembre, a las 14,30 horas, el sol se ha escondido tras la montaña. En domingo, entre las 11-12 de la mañana, esta excepcional villa y su espectacular valle natural, iluminados por los rayos solares en todo lo alto,  debe ser de una luminosidad subliminal y los hosteleros también lo agradecen.

Crónica de Juan Ramón.