PARA EMPEZAR, COMENCEMOS POR EL SEGMENTO QUE
TODOS NECESITAMOS Y QUE SUPONE LA PIEDRA ANGULAR DE TODO NUESTRO ENTRENAMIENTO:
MODELOS PARA RODAJES LARGOS.
Estas
zapatillas tienen que proporcionarnos estabilidad y amortiguación por encima de
cualquier otra consideración. Esto necesita mucho material en la mediasuela y
refuerzos en el corte, por lo que suelen ser los modelos de mayor peso. A
cambio, nos protegerán y absorberán el impacto de nuestras sesiones de más
kilómetros y nos servirán para relajar nuestras piernas en los suaves rodajes del día
posterior a la competición. Para ello, las hormas suelen ser rectas, lo que
ayuda a controlar la pisada y evitar torceduras, por otro lado. Además, las
mediasuelas son gruesas y altas, además de incorporar normalmente numerosos
detalles técnicos para la amortiguación y la estabilidad: Air, Gel, Wave,
cambios de densidad, placas de soporte del arco, etc. Los pisos también son
bastante más gruesos que en modelos más ligeros, y además los insertos de gomas
de alta resistencia para soportar el desgaste de los kilómetros son habituales,
y las placas que conforman la suela son más compactas también que en zapatillas
menos ruteras. De esta forma se disminuyen los cortes de flexión, haciendo la
suela más resistente, aunque menos flexible.
Al estar
diseñadas para hacer muchos kilómetros y ser resistentes, no proporcionan mucha
sensación de terreno, y suelen resultar pesadas y algo “mazacotes” si se
intenta rodar ligero.
En cuanto al corte, el piso interior suele tener
palmilla pegada con una buena plantilla gruesa con insertos para lograr aún más
amortiguación. El corte sigue esta tónica, con numerosos refuerzos a veces
dobles y triples, además de un contrafuerte rígido y una lengüeta gruesa y
acolchada.
Fuente: corricolari.es correr